- El sector primario agregado (agricultura, ganadería, silvicultura y pesca) ha sido el único que ha incrementado su PIB sectorial a cierre de 2022 respecto de 2019. Por el contrario, a cierre del tercer trimestre de 2022, el sector industrial y el de servicios no habían recuperado aún los niveles de PIB previos a la pandemia. En términos de empleo, son reseñables los cambios relativos a las caídas de empleo en agricultura –un 14% menos en 2022 respecto de 2019–, y construcción –12,24%–.
- Según el estudio, en el intervalo que va de 1980 a 2018 el sector que presenta un mayor incremento relativo en el Valor Añadido Bruto (VAB), con un 161,29%, es el sector financiero, que duplica al segundo sector con mayor incremento e importancia en este intervalo, también por su efecto arrastre de otros sectores de nuestra economía, como es el de la industria de la automoción –con un 77,23%–. A estos le siguen el sector agregado de sanidad y educación que crece algo más de un 53%, y el bloque que aglutina el resto de servicios con cerca de un 42%. En sentido inverso, en esos 38 años, agricultura e industria alimentaria disminuyen cerca de un 42% y un 39%, respectivamente, aunque ambos siguen destacando en relación a su peso nacional a nivel de comparativa europea.
- En el intervalo de 1995 a 2020, en los sectores que más ha aumentado el número de personas empleadas han sido en el de servicios –sin contar turismo o servicios financieros– que, con un incremento del 99,48%, casi duplica el número de empleos en 2020 respecto de 1995. Le siguen el sector de la energía (un 82%) y el turístico (casi un 69%).
- El comercio interior es un sector muy importante en la economía del país, en 1979 el 12,4% de la población activa del país se encontraba en este sector. Además, este sector se caracterizaba por ser el de mayor ocupación laboral femenina, el 42% de la población efectiva del sector eran mujeres, frente al 29% en el total de la economía. En el mismo, el grado de ocupación se ha mantenido estable durante los últimos años, a pesar de las crisis económicas.
- El turismo es uno de los pilares fundamentales de la economía española, y su evolución a lo largo de la historia ha estado estrechamente ligada a los cambios políticos, económicos y sociales que se han producido en el país. En los años 90, la industria turística nacional se vio afectada por la aparición de nuevos destinos en el Mediterráneo y en el Caribe, que compitieron en precios y en calidad. Para hacer frente a esta competencia, España optó por mejorar su calidad turística y por realizar una mayor promoción en el extranjero. Precisamente, en 1990 y 1995 encontramos dos importantes reducciones en el número de visitantes, con el 3,72% y 4,98%, respectivamente, menos que en el año anterior. A partir de 1996 esta actividad experimenta una nueva revolución, caracterizada por la aparición de nuevas formas de turismo, como el turismo de congresos y convenciones, el turismo de salud y bienestar, el turismo deportivo y el turismo de naturaleza. Todo ello se traduce en un fuerte crecimiento que, salvo el pequeño bache provocado por la crisis de 2008 y 2009, ha continuado imparable hasta 2019, y su vuelta al crecimiento en los años 2022 y 2023.
Madrid, 15/06/23.- El comportamiento de nuestro tejido sectorial a lo largo de estos 47 años de democracia se caracteriza por una clara tendencia hacia un mayor peso del sector servicios y la pérdida de peso específico de la agricultura. En términos generales, ante acontecimientos cruciales del periodo como nuestra incorporación a la Unión Europea, la crisis financiera de 2008 y la pandemia por coronavirus, nuestros sectores productivos han mostrado un grado de adaptación óptimo, sobre todo en términos de internacionalización e innovación.
Esta es una de las conclusiones del estudio “+45 años de evolución de los principales sectores de la economía española (1975-2022)”, elaborado por la Cámara de Comercio de España y el Consejo General de Economistas de España, y que hoy han presentado los presidentes de ambas instituciones, José Luis Bonet y Valentín Pich, junto con los directores del estudio.
El objetivo de este informe –dirigido por los economistas Salvador Marín, director del Servicio de Estudios del CGE y presidente de la European Federation of Accountants and Auditors for SMEs, y Raúl Mínguez, director del Servicio de Estudios de la Cámara de Comercio de España–, y en el que han participado investigadores de diferentes universidades españolas y de los propios equipos de estudios, ha consistido en analizar la trayectoria seguida por los principales sectores de nuestra economía en los últimos 47 años, abordando los detalles evolutivos de los sectores analizados y sus características, de manera global y pormenorizada por cada uno de los sectores. Para ello, se ha combinado el análisis cuantitativo de los indicadores estadísticos con la visión cualitativa de las propias empresas. Este trabajo da continuidad a los dos presentados anteriormente que analizaban, para el mismo periodo del que ahora se presenta, la evolución económica, social e institucional de España –primero editado– y de las Comunidades Autónomas en España –segundo de la serie–.
El presidente de la Cámara de España, José Luis Bonet, ha señalado que “la clave del progreso de España en el periodo analizado ha sido la estabilidad institucional basada en el consenso sobre el que se construyó la transición. A partir del acuerdo y la altura de miras, el conjunto de los españoles hemos participado en la historia de éxito que es España.”
En este mismo sentido se ha expresado el presidente del Consejo General de Economistas de España, Valentín Pich, quien ha señalado que “tal como ha afirmado el presidente Bonet, la evolución de nuestro país en estos años ha sido una historia de éxito gracias a las ganas de progresar de todos los españoles y a la complicidad explícita e implícita de las administraciones públicas”. Pich ha destacado cómo “en términos generales, los principales sectores de nuestra economía han sabido adaptarse en estos 47 años a las tesituras que se han ido dando a lo largo del tiempo”. “Si tuviéramos que definir a nuestro tejido empresarial con una única palabra, esta sería sin duda `resiliencia´”, ha afirmado. No obstante, el presidente de los economistas ha advertido de que “en la actualidad nos encontramos ante un horizonte muy complejo y con más actores a nivel internacional, por lo que, dado el peso que el sector público tiene en nuestra economía, necesitamos ahora más que nunca que este siga siendo un cómplice, y no una dificultad, para continuar creciendo”.
Durante la presentación, Raúl Mínguez ha subrayado “que las empresas españolas en su conjunto han conseguido una mayor internacionalización, innovación y capacitación de los trabajadores a lo largo del periodo, lo que ha supuesto un gran reto para todos y cada uno los sectores y, en paralelo, ha favorecido a la productividad empresarial y agregada”.
Por su parte, Salvador Marín ha declarado que “el ejercicio realizado ha sido satisfactorio. Las estadísticas y su interpretación, ustedes podrán comprobarlo, nos muestran patrones interesantes que aportan una ayuda adicional para comprender la evolución sectorial de nuestro país durante los últimos 47 años, donde el análisis sectorial de la economía de España nos aporta una perspectiva significativa de la modernización acaecida en nuestro tejido empresarial, y así se concluye que los distintos sectores han sabido transformarse y adaptarse a los acontecimientos a lo largo del periodo estudiado. En la mayoría de los casos, en momentos de crisis, las ramas de actividad se han visto perjudicadas, pero después han sabido adaptarse y revertir estas tendencias.”. Atendiendo a estas cuestiones, para Marín “es incuestionable la terciarización de la economía española desde finales de los 70 hasta nuestros días, así como la indiscutible mejora de la internacionalización de todos los sectores analizados y su esfuerzo en innovación para hacerlos competitivos dentro de un panorama de globalización”.
Evolución del peso de los sectores en la economía nacional
Según el estudio, en el intervalo que va de 1980 a 2018 el sector que presenta un mayor incremento relativo en el Valor Añadido Bruto (VAB), con un 161,29%, es el sector financiero, que duplica al segundo sector con mayor incremento en este intervalo, el de la industria de la automoción –con un 77,23%–. A estos le siguen el sector agregado de sanidad y educación que crece algo más de un 53%, y el bloque que aglutina el resto de servicios con cerca de un 42%; siendo por tanto estos cuatro sectores los que más aumentan su peso en el VAB en este periodo, junto con el incremento de 25,29% del sector de las telecomunicaciones. En sentido contrario, en esos 38 años, agricultura e industria alimentaria disminuyen su participación relativa cerca de un 42% y un 39%, respectivamente. Asimismo, reducen también su peso en el total nacional, el sector de la construcción casi un 22%, y comercio, casi un 15%.
Cabe destacar que, si bien la evolución sectorial de la economía ha ido tendiendo hacia un mayor protagonismo del sector servicios, desde 1980 hasta 2018 el bloque agregado de resto de servicios sin contar sector financiero o turismo ha tenido, de media, un peso en el VAB en torno al 17%, en porcentajes similares que el sector de la construcción, o al bloque de industria sin contar automoción, en torno al 15%, frente al nivel más bajo del 2% de media de la agricultura.
Empleo y número de empresas por sector
Otro de los aspectos analizados en el estudio ha sido el relativo a las cifras de empleo por sector y su evolución. Atendiendo a este indicador, en el intervalo de 1995 a 2020, en los sectores que más ha aumentado el número de personas empleadas han sido en el de servicios –sin contar turismo o servicios financieros– que, con un incremento del 99,48%, casi duplica el número de empleos en 2020 respecto de 1995. Le siguen el sector de la energía (un 82%) y el turístico (casi un 69%). Por el contrario, en estos 25 años desciende significativamente la mano de obra en agricultura, casi un 27%, y en el bloque agregado de industria de la automoción y resto de ramas industriales, un 48%.
Además de esta evolución, si analizamos el peso del empleo por sector respecto del empleo total del país, la mayoría de los sectores presentan niveles similares de 1995 a 2020 aunque con diferentes fluctuaciones. Cabe resaltar el incremento en el peso de empleo para este intervalo del bloque resto de servicios, un 41% más de 1995 a 2020. Asimismo, en sentido opuesto es reseñable la pérdida de volumen de empleo a lo largo de ese periodo de la agricultura (-93%) y de la industria de la automoción (-87%).
En cuanto a los sectores que más han crecido en número de empresas –de acuerdo a los datos del Directorio Central de Empresas (DIRCE) que dispone de datos desde 1999–, el correspondiente al resto de servicios es el que más crece con casi 415.000 empresas más en 2021 que en 1999. En este periodo casi todos los ámbitos incrementan su número de empresas excepto los sectores industriales, comercio y transporte.
Internacionalización
En los últimos 47 años ha sido notable la creciente internacionalización de todos los sectores, en gran parte impulsada desde 1986 por nuestra entrada en la Unión Europea. Las exportaciones en España han crecido en los últimos años hasta alcanzar el 41% del PIB al cierre de 2022. En el intervalo de 1995 a 2020, el sector que presenta mayor número de exportaciones es el de resto de ramas industriales –sin contar automoción e industria agroalimentaria–, desde los 40 MM/€ en 1995 a los 140 MM/€ en 2020, aunque también son reseñables en este sentido el avance de la internacionalización en la industria de la automoción entre 1995 y 2015. Asimismo, cabe resaltar a este respecto el notable dinamismo de la industria agroalimentaria, que duplica el volumen facturado de exportaciones en el intervalo 2009-2019, pasando de 16 MM/€ en 2009 a 32,5 MM/€ en 2019.
Situación post-pandemia
A cierre de 2022 respecto de 2019, el sector primario agregado (agricultura, ganadería, silvicultura y pesca) ha sido el único que ha incrementado su PIB sectorial. Por el contrario, a cierre del tercer trimestre de 2022, el sector industrial y el de servicios no habían recuperado aún los niveles de PIB previos a la pandemia. En términos de empleo, son reseñables los cambios relativos a las caídas de empleo en agricultura –un 14% menos en 2022 respecto de 2019–, y construcción –12,24%–. Por el contrario, aumenta un 4,23% el número de empleados en el bloque de resto de servicios tras la pandemia.